El sueño del rayo verde

Es un lugar que cuenta historias y que atrae a soñadores y fotógrafos. Un viejo hotel de los años treinta que lleva bien sus años, un transatlántico de hormigón amarrado a la vía férrea, inmóvil entre las colinas y el mar. En Cerbère, último puerto francés antes de España, un pequeño rincón del mundo hecho de tres inmensidades de mar, cielo y tierra.

A pesar de su imponente presencia, su peso de hormigón, el hotel nos abre un espacio imaginario. A los recuerdos fantaseados se mezclan las sensaciones inmediatas del entorno, con el mar tan presente, y con la luz que transforma incesantemente los lugares.

Es en este lugar seguro, ilusoriamente cerrado, donde quiero fotografiar lo inasible, la luz, lo invisible, el viento, lo inaccesible, el pasado, lo intangible, los fantasmas. Para ello, recurriré a lo que más seguramente me define: algunos sueños de infancia.

Un sueño de un lugar familiar y familiar: España y el otro lado del Mediterráneo.
Un sueño de elegancia nutrido de imágenes, películas y músicas donde me encontraría, americana, con Gatsby en una melodía de jazz y pasando por la Riviera, con Jacques-Henri Lartigue y Renée Perle en una canción de Trenet.

Y lo que se opone a tanta evanescencia es el cuerpo de mi modelo, que se convierta en fi gura, movimiento, mirada, corazón que late o simple superficie de piel al sol.

ISABELLE BANCO

Perpignan