‘Argiguneak’ (Espacios de luz) es una reflexión sobre el lenguaje fotográfico.

La Fotografía es el resultado de dos inventos: la cámara oscura y los materiales fotosensibles. La ‘cámara oscura’ era bien conocida y se habían vendido miles de ejemplares antes del desarrollo de la fotografía. Entonces el verdadero invento de la fotografía fueron los materiales sensibles a la luz, como bien decía Moholy-Nagy.

Pues bien, yo he cogido el material fotosensible que se usa para hacer copias fotográficas con el procedimiento del carbón trasportado (gelatina, pigmento y sales fotosensibles) y los he colocado en diversos recipientes transparentes. Estas piezas funcionan como ‘negativos analógicos’ que van recogiendo los fotones que les llegan desde su alrededor. Afortunadamente los rayos de luz llegan de una forma caótica, de ninguna manera ordenados y dirigidos por la presencia de una lente fotográfica.

Estos ‘negativos’ nunca serán revelados ya que su destino no es obtener una representación de la realidad. Su meta es constituirse ellos mismos en ‘objetos fotográficos’ y contribuir a ampliar y cuestionar lo que podemos llamar ‘gramática fotográfica’.

En una segunda mesa presento otra pieza que se llama ‘República Catalana’. Esta pieza es una reflexión sobre la Utopía. Hoy día la utopía está desprestigiada. Para el capitalismo neoliberal hay que ser ‘emprendedores’ pero sólo en lo económico, en lo social es mejor ser conservadores. Sin embargo hace pocos años había muchos proyectos utópicos que marcaron el futuro de miles de jóvenes. Qué mejor ejemplo de utopía hecha realidad que la catedral de la Sagrada Familia de Barcelona. Lo que hace 40 años fue una utopía, hoy se ha convertido en una realidad.